Viernes 14 de diciembre de 2018
En las últimas décadas distintos gobiernos estatales en México han impulsado la eliminación de la tenencia vehicular como medida para «apoyar la economía familiar».
Sin embargo, la evidencia ha demostrado que este subsidio es beneficioso para una minoría de la población que es usuaria del vehículo privado. Esta minoría, además, suele contar con mayores recursos económicos que los y las usuarias del transporte público y de medios de movilidad no motorizados, como la bicicleta y el caminar. Por ello, se considera que el impuesto en cuestión es del tipo «progresivo»: pagan más quienes tienen más.
Asimismo, el impuesto por la tenencia vehicular es un desincentivo para el uso del automóvil, eliminarlo representa una promoción del mismo. Para la BICIREDMX esto resulta preocupante ya que, como ha sido ampliamente demostrado, el uso del automóvil genera externalidades negativas o costos a la economía, salud, medio ambiente y tejido social que todas y todos pagamos, no únicamente las personas usuarias del automóvil.
La recaudación proveniente del cobro de la tenencia vehicular debería ser considerado un impuesto verde que los gobiernos estatales utilicen para promover la movilidad sostenible, es decir, mejorar el transporte público e invertir en políticas públicas que promuevan el uso de la bicicleta y el caminar con seguridad. Es responsabilidad de los gobiernos estatales y municipales generar opciones seguras y efectivas de movilidad para que los y las ciudadanas opten por ellas, utilizando el automóvil al mínimo.
Es por ello que la BICIREDMX llamamos a las gobernadoras y gobernadores estatales a abstenerse de proponer la eliminación del impuesto a la tenencia vehicular y, en cambio, garantizar la inversión del gasto público en la movilidad urbana sustentable, es decir, el transporte público, la bicicleta y el caminar.
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